Querido Juan:
Te comento que aquí las cosas son un poco triste si tu no estas. Ha llegado el otoño, tu tan querido otoño; las hojas invaden las casas, los patios se cubren de amarillo ocre y la vieja fuente, que en primavera resguarda a los bellos pájaros que vienen a beber agua, también se ha tornado oscura. Los árboles se mecen solo con sus ramas despojadas de todo, porque nada les queda más que su esqueleto.
El barro ha cubierto la calle, y un masacote de agua y pasto seco se apoderó del paisaje,... extraño las siestas tan bellas y tibias, tus manos, tu piel, tu aliento insinuante.
¿Volverás pronto? Quizás vuelva contigo la magia, y mi prado reverdezca en otoño.
Te diré que ha vuelto María, la del viejo chalet de la colina, cansada de andar regresó para que sus huesos pulidos por el tiempo, encuentren descanso en lo que fuera en otros tiempos su niñez y adolescencia. Ha tomado el té aquí; sus manos temblorosas casi no permitían sostener el pocillo. Por un momento pensé: ¡Hay mi dios! No vaya a morir aquí. Tú sabes lo asustadiza que soy.
Hay Juan, mi querido Juan. Apúrate, que estoy envejeciendo velozmente.
Nelly Esther Fiasque
EL OTOÑO A TODOS NOS LLEGA POR ESO SI LAS HOJAS CAEN LENTAMENTE DEJALAS CAER, NO INTENTES SOSTENERLA, ES EL SIMPLE CICLO DE LA VIDA, LAS BARRERA EL VIENTO, Y TAL VEZ ESTES O NO CUANDO RENAZCAN PORQUE TAMBIEN PODRAS SER BARRIDA, POR ALGUIEN MAS QUE OCUPE TU LUGAR. NADIE ES IMPRESCINDIBLE.
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